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La carretera más bella del mundo está en Noruega
La Carretera del Atlántico conecta el litoral oeste del país, y en uno de sus tramos salta varias islas hasta alcanzar la más grande de todas, Averøy. En su recorrido dibuja bellos puentes y cruza un entorno plagado de alicientes turísticos.
La existencia de un lugar de naturaleza exuberante va casi siempre ligada a dificultades para la construcción de infraestructuras. Ya sea porque afectaría la riqueza del lugar, ya sea por falta de medios, o ya sea porque el entorno lo pone muy difícil. Este es el caso que hoy nos ocupa. No obstante, el resultado vale la pena. Porque lo que nació con un objetivo práctico en la región de Møre og Romsdal, en Noruega, se ha convertido hoy en una de las carreteras más bellas del mundo.
Así que si te gusta conducir, sigue atento. Nuestra ruta de hoy nos lleva hasta la Carretera del Atlántico (‘Atlanterhavsveien’ en noruego), que recorre la costa oeste del país. Desde principios del siglo XX los expertos se preguntaban cómo conectar uno de los puntos más complejos, que a su fin uniría la costa continental a la altura de Vevang con la isla de Averøy. En los años 80 llegó la respuesta.
El complejo tramo, de unos 9 km, tardó seis años en estar acabado. De 1983 a 1989. Durante las obras los operarios tuvieron que enfrentarse al menos a 12 huracanes y tantas otras tormentas, fenómenos muy frecuentes en la zona. Y de hecho, los mismos planes de construcción de la carretera responden y se adaptan a esta realidad.
Este tramo de la Carretera del Atlántico conecta hoy varias islas, como si saltara de una a otra, mediante siete puentes. El más alto de todos, el de Storseisundet, dibuja una curva en el aire que protagoniza con orgullo fotografías y postales. Verlo vale la pena, y cruzarlo en coche o moto aún más. Tras alcanzar la isla de Averøy, la carretera sigue a través de un túnel subacuático hasta la localidad de Kristiansund, situada en otra isla.
En el recorrido nos esperan bellos paisajes de verde intenso en verano, y de aspecto salvaje en otoño y en época de tempestades. Las olas rompen contra la carretera y contra las islas, demostrando así la ferocidad de la naturaleza.
Por si eso fuera poco, en la zona nos esperan varios alicientes dignos de mención. Una rica fauna, formada por aves, ballenas y focas. También pintorescos enclaves rurales y urbanos, como Kristiansund o la aldea pesquera de Håholmen. Muy cerca, en dirección sur, se encuentra el litoral de Hustadvika. El lugar perfecto para disfrutar de las tempestades marítimas.
La zona también es muy preciada por sus oportunidades deportivas, y ofrece múltiples opciones para la navegación, la pesca o incluso el buceo. Y como curiosidad, en el interior de la región de Møre og Romsdal se encuentra otra de las carreteras más famosas del país. Se trata de Trollstigen, un recorrido de montaña popular por dibujar hasta once curvas de 180º en una zona de gran inclinación e ímpetu paisajístico.
Esta ruta es imprescindible en un viaje en coche por Noruega, y además se encuentra en un punto estratégico que nos permite conectar Bergen y Trondheim.
Fuente: http://dondeviajar.republica.com/viajes/la-carretera-mas-bella-del-mundo-esta-en-noruega.html